México | País pluricultural y la evolución de la música I
México | País pluricultural y la evolución de la música I

La gran riqueza cultural de México se manifiesta en la historia de sus pueblos, la variedad de lenguas, costumbres y tradiciones recopiladas desde que los primeros habitantes nómadas llegaron al actual territorio que ocupa la República mexicana hace aproximadamente 30.000 años y que han ido dejando rastro de la existencia de distintos grupos étnicos. Estas culturas prehispánicas dejaron huella de sabiduría y conocimientos transmitidos de generación en generación.
Con la llegada de los españoles al territorio mexicano, las culturas nativas se transformaron como consecuencia de la conquista en un régimen militar y vivieron las imposiciones de nuevas ideologías que generaron la necesidad de adaptarse a las nuevas circunstancias para la supervivencia.
Algunas culturas indígenas se conservan hasta la actualidad y así mismo han surgido otras nuevas a partir del siglo XVI a causa de la relación con otras culturas como la europea, americana y africana. A este fenómeno de coexistencia se le conoce como “multiculturalidad”.
Es interesante ver como se recoge este concepto al repasar el artículo 2 de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, en la que indica lo siguiente. «La Nación tiene una composición pluricultural sustentada originalmente en sus pueblos indígenas que son aquellos que descienden de poblaciones que habitaban en el territorio actual del país al iniciarse la colonización y que conservan sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas o parte de ellas».
Este pluriculturalismo contemplado en la Carta Magna hacer notar que el mestizaje racial que se incorporó en la comunidad Maya en la Península de Yucatán en el principio de este desarrollo, influyó notablemente en el cruce de culturas y dio también como fruto, una EVOLUCIÓN DE LA MÚSICA REGIONAL MEXICANA, rica en variedad de géneros y ritmos que serán analizados en el próximo artículo.
No existen muchos datos acerca de cómo se iniciaron los indígenas en la música; pero según algunos estudios arqueológicos, realizaban un tipo de música que imitaba los sonidos de la naturaleza con instrumentos hechos de barro y piel animal. De esta manera acompañaban sus ritos y celebraciones en sus comunidades.
La conquista trajo su influencia en la música durante aquella época, la música de concierto inició en los centros religiosos. El clero fue el principal promotor de la música europea en México.
Fray Pedro de Gante fundó en el año de 1.524 en Texcoco la primera escuela de música de la Nueva España, en donde se enseñaba a los indígenas música para que luego hicieran las veces de músicos en las iglesias aprovechando así su evangelización. Hubo catedrales importantes por su actividad musical como las de Oaxaca, Morelia, Puebla, Durango, Guadalajara y la más importante hasta el día de hoy la Catedral de México.
Las primeras autoridades musicales fueron los maestros de capilla, quienes compusieron misas, salmos y villancicos algunos con mucha influencia italiana. Destaca así el indígena Juan Matías de los Reyes (1617-1667) quien llegó a ser maestro de capilla de la catedral de Oaxaca y escribió un tratado de armonía.
El choque cultural en territorio Novohispano hizo que la música adquiriera algunos elementos de ritmo, melodía y armonía provenientes de los aborígenes y de la raza negra que habían sido traídos como esclavos de África.
A mediados del siglo XVIII la música “profana” empezó a adquirir auge y de la mano de dos músicos italianos, México empieza a tener contacto con temas de Hayden y Mozart, además de ópera italiana cuya influencia fue determinante en la música de los primeros años del México Independiente o México Barroco de la cual algo se conoce, pero poco se difunde.
A partir de la independencia, (1821) Se crearon las primeras organizaciones especializadas en la actividad musical, filarmónicas y academias de música.
En los años siguientes a la independencia surgen figuras como José María Bustamante, José María Aldana (el virtuoso del violín) y Mariano Elízaga quienes compusieron óperas. Destaca Elízaga, niño prodigio de Michoacán quien a sus 16 años fue organista de la catedral de Morelia. A lo largo de su carrera publicó varios libros de teoría musical, fundó la sociedad filarmónica y en 1825 la academia filarmónica considerada el primer conservatorio de América Latina. Además, formó y dirigió la orquesta más importante de esa época.
Desde la independencia hasta el inicio del “porfiriato” (gobierno de Porfirio Díaz, 1876-1888 auge del nacionalismo y 1888-1911 preferencia cultural francesa) México se centró musicalmente en la ópera italiana.
En el siglo XIX se distinguen los primeros compositores con influencia italiana, entre ellos: José Antonio Gómez, Cenobio Paniagua, Melesio Morales, Tomás León y Aniceto Ortega. Este último compuso y popularizó la obra “Invocación a Beethoven” la cual fue tocada por todos los pianistas de la época. Realizó además la primera obra mexicana con aporte al nacionalismo, “Ópera Guatemotzin”.
Durante el porfiriato, la influencia italiana sufrió un debilitamiento y la influencia francesa y alemana vivieron el efecto contrario. Hubo apertura internacional lo cual nutrió de nuevas ideas y desarrollo cultural y musical. Disminuyó la ópera y creció la tradición del piano y música de cámara y lo más importante, se reincorporó el folclor a la música culta. Nacen así valses y música de salón encaminándose a la búsqueda de una identidad musical nacional.
En este período surge Juventino Rosas quien compuso 90 obras en 7 años. Murió a sus 26 años de edad y durante los 50 años posteriores a su muerte fue el mexicano más grabado ya que su música era interpretada en Francia, Austria y Estados Unidos. Una de sus obras, Vals sobre las Olas llegó a tener fama internacional.
Otros autores de estilos con melodías Hispano-mexicanas son Gustavo Campa, Ernesto Elorduy, Felipe Villanueva y Ricardo Castro. La revolución mexicana dio un giro a toda la organización social y política y con la búsqueda de identidad nacional del arte y la música, surge el Nacionalismo. El Nacionalismo musical se ramificó en dos vertientes: El romántico y el Indigenista.
Del Nacionalismo romántico destaca Manuel Ponce (1882-1948) a quien debemos el repertorio internacional más representativo de la época con temas del folclor nacional o inspirados en él. Además piezas para piano, música de cámara y el concierto del sur para guitarra.
Figuran también en el rescate de la canción mexicana como base de música nacional: José Rolón y Arnulfo Miramontes.
Del Nacionalismo indígena se dice que se centra en las raíces del México indígena en donde los compositores trataban de recrear música vernácula (Del latín vernaculus, nacido en la casa de uno. Adj. dicho especialmente del idioma o lengua: doméstico, nativo, de nuestra casa o país. Aquello que se transmite por vía oral y que es mantenido de generación en generación. Musicalmente Comprende tanto la música folclórica como la aborigen y que no recibe influencias externas, sino que es propia de la cultura nativa como medio musical) como base de nuevas formas, lenguajes y técnicas musicales.
En 1928 Carlos Chávez de estilo nacional indigenista, creó la Orquesta Sinfónica Mexicana. Fue director del Nacional de música entre 1933 y 1934 jefe del departamento de bellas artes y entre 1960 y 1965 fundó el taller de composición del conservatorio.
En los años comprendidos entre 1930 y 1956 aparecen nuevos compositores con carácter popular como Blas Galindo con Sones de Mariachi , Pablo Moncayo con Huapangos y el Michoacano Miguel Bernal Jiménez con música religiosa y villancicos como el “por el valle de rosas”. Destacan también otros compositores como Eduardo Hernández Moncada, Luis Sandi, Daniel Ayala y Salvador Contreras.
Dignos de mención también por sus aportes, Julián Carrillo, quien desarrolló un sistema teórico y de composición propio basado en la división de la escala de intervalos menores que el semitono o microtonalidad para música de concierto a nivel mundial; y Rodolfo Halffter compositor español quien aportó labor pedagógica musical en México. Estos dos compositores encabezaron la ruptura de las corrientes nacionalistas a finales de la década de los años 50. Entre otros, Carlos Jiménez Mabarak, Joaquín Gutiérrez Heras, Manuel de Elias y Alicia Urreta. Se consideran Neo-nacionalistas a Mario Kuri Aldana y a Leonardo Velázquez.
La época contemporánea de la música clásica inicia con una era de Neonacionalismo y destacan en su desarrollo pedagógico dos compositores: el estadunidense Conlon Nancarrow y el alemán Gerhart Muench.
A mediados del siglo XX surgieron muchos nuevos compositores con diversos lenguajes musicales y experimentales denominándose la época del renacimiento instrumental y creándose así el primer laboratorio de música electrónica por Héctor Quintanar y con la ayuda del ingeniero Raúl Pabón en el Conservatorio Nacional de Música.
Los años 60 fueron importantes en el desarrollo de la música en general en México. Surgen compositores como Mario Lavista, Francisco Núñez, Héctor Quintanar y Julio Estrada.
A partir de ahí, nuevos compositores han buscado recursos para mezclar la música popular con la música étnica de México. Como ejemplo el maestro Arturo Márquez con Danzón #2. Otros como Antonio Russek, Javier Álvarez, Roberto Morales y Manuel Rocha Hurbide, han explorado las posibilidades de fusionar música electroacústica y la informática musical.
Muchos son los compositores distinguidos de música clásica de la época contemporánea, como: Graciela Agudelo, Federico Ibarra, Daniel Catán, Marcela Rodríguez, Ernesto García de León, Roberto Medina, Eduardo Soto Millán, Víctor Rasgado, Hilda Paredes, Ana Lara, Gabriela Ortíz, Juan trigos, Georgina Derbez, Leticia Cuen, Rodrigo Sigal, Rogelio Sosa.
En 1978 se creó la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México por iniciativa de la señora Carmen Romano esposa del presidente José López portillo. En 1981 la orquesta recibe el premio Oscar de la académie Du Disque Fraçais a la mejor orquesta de México.
Actualmente son muchas las orquestas Sinfónicas y Filarmónicas a lo largo y ancho del país. México impulsa y fomenta el arte y la cultura como símbolo de su identidad.
Nuestro próximo artículo lo dedicaremos a analizar cómo fue el nacimiento de un conjunto típico que llegó a convertirse en un símbolo Nacional, las diferencias entre los diferentes tipos de música mexicana y su desarrollo hasta nuestros días. ¡No te lo puedes perder!